Levítico 20.26
Como dice el p. José Galiana, el hombre quiere ser feliz con lo que hace feliz a los animales: el disfrute de los sentidos.
Pero nosotros hemos sido diseñados para otro rango, para ser felices con la felicidad de Dios.
Por eso nuestra vocación es una y la misma, esa orden y llamada de Dios que nos dice: "Sed santos, porque Yo, vuestro Señor, Soy Santo" Lev. 20.26
Y esta es la vocación fundamental ¡¡PARA TODOS!! Y cada uno de nosotros, seres con inteligencia y corazón (creo...)
Después está el ser un político santo, un albañil santo, un futbolista santo, un cocinero santo, una "marujona" santa, un misionero santo, una costurera santa, una psiquiatra santa, un camionero santo, un adolescente santo, un japones santo...
Ser santo es la única y última opción que tenemos para ser treméndamente felices.
el problema es que nos gusta una barbaridad el pecado y hasta nos parece ¡de lo más natural! Y ahí si que la cosa está jodía (...) porque nos dice la carta a los hebreos que sin santidad nadie verá a Dios. Hebreos 12.24
Así que manos a la obra, porque para colmo, entrar por los caminos de la santidad hace la vida más intensa e interesante que todo lo demás. no hay riqueza ni bienestar que iguale a la riqueza del alma y al bienestar del espíritu.
Entonces... A la conquista de la santidaaaaaad!!!