1er Mensaje:
Pues resulta que nuestro queridísimo Niño Jesús creció y le tocó ser adolescente. En el evangelio le vemos con 12 años en el Templo. A pesar de su edad, el "zagalico" tenía muy clara su identidad personal, sabía bien lo que quería y por qué hacía lo que hacía, aunque ni siquiera sus padres lo entendían del todo: ¡y eso que no eran cualesquiera padres José y María! Es que Jesús era un adolescente con clase, sumamente elegante; un muchacho que sabía poner las cosas en su sitio, tomarlo todo en su justa medida. Para él la medida era ni más ni menos LA VOLUNTAD DE DIOS. Él la conoció perfectamente y a esta voluntad dedicó su vida.
2º Mensaje:
Cuando María y José encontraron a Jesús en el Templo, aparte del susto pasado y del alivio de recuperarlo, pudieron comprobar algo que siempre les asombró, pero que ahora quedaba confirmado: Jesús tenía una inteligencia absolutamente espectacular, capaz de poner a prueba la destreza intelectual de los sabios rabinos judíos, y ello, sin ningún tipo de vanagloria, soberbia o pedantería por parte de Jesús. Ahora bien, toda esa magnífica inteligencia estaba al servicio de una sola cosa: EL REINO DE DIOS. Él sabía perfectamente en qué consistía este Reino y a él dedico su vida.
3er Mensaje:
Nuestro querido Jesús adolescente sabía muy bien lo qué “carrera” escoger, tenía muy clara su vocación. En cambio, a la mayoría de nosotros nos sucede lo que afirma Robert Tyrell: El hombre líquido, que hoy sólo se pregunta por lo que va a ocurrir mañana, pero no lo que ocurrirá pasado mañana, debe mirar una realidad irrefutable: la vida acaba. La vida no es una noche de fiesta, sino un destino maravilloso con Aquél que es Señor de la vida y de la muerte. No querer mirar esta verdad es no querer vivir la Vida. Jesús es la Vida. Su vocación es nuestra vocación.
4º Mensaje:
¿Cuál es la vocación de Jesús? ¿Cuál es esa vocación que compartimos con Jesús? Dios es amor y nuestra vocación es amar. Cuando un joven le preguntó cuál era el camino, Jesús le habló de los mandamientos. Quizá pensamos que los mandamientos solo son órdenes y prohibiciones fastidiosas. E incluso algunos se enorgullecen de violarlos. Pero hay una lección que muchos aprenderán sólo con sangre y lágrimas: que no hay felicidad sin fidelidad. Ser honestos, ser leales, obedecer a Dios antes que a cualquiera, eso es ser fiel, eso es amar.
5º Mensaje:
María y José amaban a Jesús apasionadamente, pero no pensemos que ellos le entendían a la primera, o que su vida era color de rosa, o que no les afectaba la situación política, social, económica o existencial en que se desenvolvía su vida. Estar con Jesús no te da todo resuelto, pero te da la seguridad de que estás en el bando de los que van a ganar. ¿Y por qué esa seguridad? Porque Jesús tiene una palabra que hace lo que dice. Ningún otro ser humana la tiene, ni la ha tenido ni la tendrá: SÓLO ÉL.
6º Mensaje:
Pertenecemos a Jesús, él es nuestro Jefe y Salvador. Y también nuestro Maestro. Él vino a ponerlo todo en su sitio, y así, para nosotros ya no se trata sólo de NO MATARÁS, sino SÍ A LA VIDA, siempre y en toda circunstancia. No sólo NO A LA DROGA, sino SI A LA LIBERTAD de ser tú mismo y no el producto que otros quieren. No sólo NO AL SEXO, sino SI A LA UNIÓN SAGRADA con el único amor de tu vida, SÍ, a mi dignidad, al respeto a lo más íntimo de mi ser y que sólo entregaré a la persona que está destinada para mí.
7º Mensaje:
Dijimos que sólo Jesús tiene una palabra que hace lo que dice. Es más, tuvo enemigos que le vigilaban continuamente a ver si le pillaban en un fallo, por mínimo que fuera. Le pusieron investigadores para informarse de todos los detalles de su vida y encontrar algo que le pudiera desacreditar. Le enviaban policías para que le apresaran en cuanto dijese una palabra jurídica, religiosa o políticamente incorrecta … Y esto es estupendo, porque así tenemos la seguridad de que jamás nos engañó EN NADA, siempre y en todo nos dijo la verdad. Su Palabra es la Verdad.
8º Mensaje:
En el tiempo de Jesús, no había Internet, es cierto, pero sí que habían “redes sociales”, y había “parrandones”, y aunque no había videojuegos, había juegos, jugadores y toda clase de vicios para engancharse, competir y pelearse. Tengamos claro que Jesús no te dice NO A INTERNET y sus productos, sino que sepamos utilizar TODO PARA LA GLORIA DE DIOS, para ser un “influencer” o un “youtuber” que tiene algo que decir a esta confusa sociedad, que puede crear y recrear verdaderos héroes cristianos, que son lo mejor que el hombre puede dar a este mundo.
9º Mensaje:
Los evangelios apenas nos dicen nada de Jesús adolescente, pero conocemos lo suficiente sobre él para saber cómo pensaría y cómo actuaría: SIEMPRE EN POSITIVO. Sabemos que lo fundamental no son esos “no robarás”, “no engañarás”, “no hablarás mal de otros” … Para un discípulo de Jesús se trata de SÍ AL RESPETO HACIA LOS DEMÁS, sean quienes sean, de amar al otro simplemente aceptando que sea diferente, de proteger al que es débil, feo, defectuoso o de otro planeta. Se trata de vivir según la Ley de Santidad que nos ha sido dada como Carta de Navegación para llegar al puerto seguro, al Cielo.